viernes, 9 de enero de 2015

Puesta en marcha...



Puesta en marcha…
Casar economía y cronopio parece una paradoja, y  es que nada más lejos la una de lo otro, pero como profesora de economía convencida de su dimensión social y humana y siendo consciente de que para entender un poco el mundo y hacerlo mejor para todas y todos, son necesarios unos conocimientos económicos mínimos, creo que  este blog puede resultar útil a todas y todos esos cronopios que me rodean y que poco saben de estos temas.
(Del otro lado, a deshoras, siempre J.Cortázar)


Pequeño manual para comprender a un cronopio (si es que se puede):

Los Cronopios son seres verdes, húmedos y erizados. Sienten gran alegría por las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Entristecen con facilidad: que su reloj marque las 23:15 y que el de los demás las 23:20, les crea un gran malestar, tienen menos vida.
Cuando viajan nunca encuentran vacantes en los hoteles, pierden los trenes, siempre les cobran de más los taxis, pero creen que eso le ocurre a cualquiera, y se asombran igualmente de la belleza de la ciudad.
Son desordenados, tanto con los objetos como con los recuerdos, además sus casas siempre están en movimiento.
Saben ver la vida de forma positiva porque son creativos (aunque ellos no lo sepan). Juegan con la seriedad y la lógica rompiendo las costumbres y los prejuicios.
No son generosos por principio, ya que pueden cruzarse con  un necesitado y ni verlo, porque andan distraídos.
Cuando cantan el mundo desaparece y ellos emergen alzando los brazos hacia el sol, se emocionan tanto que llaman la atención de todo el mundo, el mundo no comprende, pero les aplaude, (“pobrecitos”-dice Julio-).
Se preocupan desmesuradamente si una cosa que creían en un sitio no está, porque ¿y si el mundo que creen en tal lugar, también se ha desplazado?.